viernes, 19 de noviembre de 2010

VIAS DE ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS

Las vías de administración de fármacos son las rutas de entrada del medicamento al organismo, la cual influye en la latencia, intensidad y duración del efecto, por esta razón es de suma importancia conocer sus ventajas y desventajas además de cual de las vías de administración de fármacos se utiliza en una situación  particular.















Vía digestiva: Es la más antigua de las vías utilizadas, la más segura, económica y frecuentemente la más conveniente. En ella la absorción se realiza a través de la mucosa de todo el tubo digestivo: oral, gástrica e intestinal (tanto intestino delgado como intestino grueso).



Vía oral

El fármaco llega al organismo habitualmente después de la deglución. Una vez en el estómago, se somete a las características de los jugos del mismo, que por su acidez favorece mucho la ionización del fármaco, lo que hace que la absorción sea difícil.




Vía sublingual:




La absorción se produce en los capilares de la cara inferior de la lengua y una vez pasa el fármaco a sangre se incorpora vía vena yugular directamente a la circulación general, evitando el efecto de primer paso.



Vía gastroentérica: En determinadas condiciones en las que la deglución no es posible, se puede administrar alimentación o fármacos directamente a la mucosa gástrica o intestinal, mediante el uso de sondas (como la sonda nasogástrica) o bien directamente en presencia de ostomías (gastrostomía, yeyunostomía, colostomía, etc.)


Vía rectal:








El fármaco se introduce en el organismo directamente (supositorios) o con la ayuda de algún mecanismo (lavativa, sonda rectal, ...)

La vía intratraqueal se usa en contadas ocasiones para aplicar sustancias diluidas a nivel de la mucosa de la tráquea, fundamentalmente en situaciones de urgencia clínica. La vía intraalveolar consiste en la aplicación de un fármaco diluido habitualmente en suero, mediante presurización y micronización de las partículas de tal forma que al inhalarlas van vehiculizadas en el aire inspirado llegando hasta la mucosa de los bronquios terminales e incluso a los alveolos pulmonares.


Vía parenteral: se considera la vía parenteral como aquella que introduce el fármaco en el organismo gracias a la ruptura de la barrera mediante un mecanismo que habitualmente es una aguja hueca en su interior llamada aguja de uso parenteral.
Vía tópica: La vía tópica utiliza la piel y las mucosas para la administración de fármaco. Así pues, esto incluye las mucosa conjuntival, oral y urogenital. La característica de esta vía es que se busca fundamentalmente el efecto a nivel local, no interesando la absorción de los principios activos.


 Vía transdérmica: Aun cuando la vía tópica está pensada para el uso local del fármaco, si que por su naturaleza, la piel permite el paso de algunas sustancias hasta llegar a los capilares dérmicos en donde pasará a la circulación general. Esta posibilidad puede favorecerse mediante la utilización de STT (Sistemas Terapéuticos Transdérmicos).

Vía subcutánea:

La aguja atraviesa la piel buscando depositar el fármaco a nivel subdérmico, en donde el plexo arteriovenoso lo absorbe y lo incorpora a la circulación sistémica.



Vía intramuscular:
La aguja atraviesa piel y llega hasta el musculo, en cuyo seno deposita el fármaco, que se absorbe por los capilares del mismo. El depósito provoca en sí mismo dolor, tanto mayor cuanta mayor sea el volumen depositado, el cual se ve agravado por la naturaleza habitualmente lipídica del producto.

Vía intravenosa: La aguja atraviesa la piel y el tejido celular subcutáneo para abordar la pared de la vena y atravesarla, dejando el fármaco en su interior.

Vía intraarterial: Una artería sustituye a la vena en el procedimiento. Su uso es mayor en procesos de diagnóstico que para tratamientos propiamente dichos, en cuyo caso suele utilizarse para localizar el área de actuación del fármaco, como por ejemplo en tratamientos de tumores con quimioterápicos.

Vía intraperitoneal: El fármaco se deposita entre las hojas parietal y visceral del peritoneo. La aplicación es difícil, pues hay pococs sitios en donde pueda practicarse. Se utiliza fundamentalmente para realizar lavados del peritoneo y más frecuentemente para evacuar el acúmulo de líquido peritoneal.
Vía intraraquídea: El fármaco se aplica entre las hojas de las meninges, en las porciones finales del ráquis (habitualmente a la altura de la segunda vértebra lumbar).

Vía intraarticular: El objetivo de utilización de esta vía es el depósito de un fármaco en el interior de una articulación, auque también es muy usada para realizar lavados intraarticulares y extracción del líquido intraarticular con fines diagnósticos.
Vía respiratoria:
El fármaco se deposita dentro de la piel, concretamente de la capa dérmica. Se utiliza fundamentalmente para la realización de pruebas de alergia a fármacos u otras sustancias del ambiente.

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